Historia

La historia de Rio de Janeiro es profundamente rica, variada y multicultural - I LOVE RIO mira el desarrollo temprano de los rituales y prácticas, la llegada de alimentos y estilos de todo el mundo, y el nacimiento de los monumentos de la ciudad.


Provee información fascinante sobre la evolución de los barrios, el origen de festivales, fiestas, géneros, shows de televisión y de moda, así como evocadoras vistas al pasado, como las viejas plantaciones de café del siglo 19, la efervescencia musical de la década de 1970 y los años 80, y las fiestas de principios del siglo 20.


fotos de Rio de Janeiro

Rio Ciudad Maravillosa


Rio de Janeiro es una de las metrópolis más eclécticas en el mundo - un mosaico vasto y verdaderamente único, compuesto por una amplia gama de paisajes sociales, culturales y físicos. Entender el pasado de la ciudad es de vital importancia en la comprensión de su identidad contemporánea excepcional y multifacética.

La historia de Rio sigue una fascinante trayectoria: desde la población indígena a el dominio colonial portugués y de una monarquía a una república, e incluso una dictadura militar. A lo largo de sus diferentes épocas importantes, la ciudad ha generado una hermosa arquitectura, artes, cultura, música, comida, y espíritu vibrante.

El puerto de mar de Rio hizo que sea una región de importancia estratégica vital en el comercio del azúcar, el oro y el café y el estado fue hecho capital del país en 1763 - un título que conservó de forma intermitente durante casi doscientos años. La posición del puerto y el papel que la ciudad jugó como capital son ampliamente considerados como dos de los factores más importantes en la expansión y evolución de la región un poco pantanosa y montañosa.

El desarrollo geográfico de Rio está marcado por una extensión hacia fuera del centro histórico y el desarrollo de las tres regiones circundantes: la comercialmente-orientada Zona Norte, la elegante y turística Zona Sur, y la reciente desarrollada y moderna Zona Occidental.

La región conocida como Brasil fue habitada desde hace miles de años por las poblaciones indígenas, que según algunos métodos llegaron a las Américas desde Asia, por vía terrestre a través de Alaska o por mar a lo largo del Océano Pacífico. Estas tribus seminómadas vivían como migrantes cazadores-recolectores, y nunca desarrollaron registros escritos o arquitectura monumental, por lo tanto, no se sabe mucho sobre su historia. Hoy en día, muchos lugares en el área de Rio de Janeiro están siendo nombrados utilizando palabras indígenas - la famosa playa 'Ipanema' es un ejemplo, ya que’’Ipanema' significa 'malas aguas,' muy probablemente refiriéndose a la pesca. La misma palabra 'carioca', utilizada hoy en la actualidad para indicar a los residentes de la ciudad de Rio de Janeiro, se deriva de la palabra indígena ‘oca kari' que significa ‘casa blanca’ o ‘casa del hombre blanco’.


La zona en donde la ciudad se encuentra fue 'descubierta’ en el 01 de enero del 1502 durante una expedición portuguesa liderada por Gaspar de Lemos, que pensaba haber llegado a la desembocadura de un gran río, y el nombró la ciudad ‘Rio de Enero’ en consecuencia.


En 1565 al general portugués Estácio de Sá fundó oficialmente la ciudad en un intento de expulsar a los franceses que habían estado luchando para tomar el control de la zona por 10 años: él nombró la ciudad ‘São Sebastião do Rio de Janeiro’, y hasta el XVIII siglo, la ciudad se llamaba simplemente ‘São Sebastião’.

Los franceses fueron expulsados con éxito dos años después, pero siguieron la batalla de dominio por los cincuenta años siguientes. La costa alrededor de Rio de Janeiro atrajo colonos portugueses y franceses a causa del comercio rentable de la Madera y Azúcar brasileña, que podrían llevarse a cabo a través del puerto.

En el siglo 17 la ciudad estaba todavía densamente poblada por indios indígenas. De hecho, en los 1660, ya era el hogar de un impresionante 6.000 indios indígenas, en comparación con sólo 750 portugueses y 100 africanos. A finales del siglo 17 y principios del 18, la ciudad se convirtió en el punto principal de comercio de esclavos, así como el oro y las piedras preciosas minadas en el estado vecino de Minas Gerais, y por esta razón en 1763 el gobierno general fue trasladado de la ciudad de Salvador, del noreste de Brasil, a Rio de Janeiro, haciendo que la ciudad sea capital del Estado.


A lo largo de la época colonial portuguesa, entre 1763 y 1822, Rio de Janeiro fue la capital de Brasil. Durante este período, en parte debido a su condición de capital, y en parte por ser un centro vital del comercio, Rio atrajo a gente de muchas partes del mundo. Los inmigrantes de diversas partes de Europa, Asia y el Medio Oriente establecieron actividades en la ciudad y en las áreas circundantes, dando origen a la cultura de la asimilación que aún ahora es característico de Río.


A finales del siglo 18, una crisis económica golpeó la ciudad, ya que otros países de América del Sur estaban compitiendo con Brasil en la producción de caña de azúcar. Las mareas cambiantes y fortunas transformarían Rio de Janeiro significativamente en el siglo siguiente.

Debido a la guerra de Napoleón con Portugal en Europa, Rio de Janeiro se convirtió temporeramente en la capital de Portugal entre 1808 y 1821, y fue en este momento que la corte real se trasladó a Rio a bordo de 40 barcos. La familia real portuguesa llegó a Rio en 1808, llevando con ellos 20.000 miembros de la corte portuguesa, así como los estándares arquitectónicos refinados, artistas, estudiosos y académicos, y el deseo de las iglesias y las prácticas diplomáticas modernas.

Rio se convirtió en capital del Imperio de Brasil en 1822, ampliando aún más los intercambios y el comercio con Europa y el resto del mundo. Durante este período, la actividad principal de la capital fue la producción de café, lo que lleva a la creación de varios parques y la construcción de muchas mansiones que aún existe.


La producción de café aumentó significativamente la economía y el comercio, y más tarde se convirtió en una de las exportaciones más importantes de Rio de Janeiro, haciendo que el café sea popular en todos los rincones del mundo en una escala sin precedentes.


En 1822, la Guerra de la Independencia de Brasil comenzó, y Rio de Janeiro se convirtió en la capital de la nueva e independiente monarquía. Más tarde, la ciudad se mantuvo como la capital del Imperio del Brasil hasta 1889, y, finalmente, durante los años republicanos de Brasil hasta 1960, cuando la capital fue trasladada a Brasilia.

A lo largo de su historia, Rio de Janeiro fue el corazón de las corrientes políticas e intelectuales fuertes e innovadores que dieron lugar a la abolición de la esclavitud en 1888 y la formación de una República en 1889.

Con la disminución de mano de obra esclava de vital importancia para las plantaciones de café y caña de azúcar, la ciudad comenzó a recibir un gran número de inmigrantes europeos y antiguos esclavos, atraídos por la posibilidad de trabajo pagado y entre 1872 y 1890 la población se duplicó. Esta explosión demográfica provocó una crisis que existió desde mediados del siglo XIX, y los precarios asentamientos de viviendas comenzaron a surgir en cima de las colinas de la ciudad: estos asentamientos serían después dado el nombre de 'favelas', ya famosas en todo el mundo debido a su aspecto característico y aportación importante cultural como el género musical 'samba' y el desarrollo de los equipos de carnaval espectaculares que desfilan cada año en la ciudad.

En 1890, alrededor de un millón de personas vivían en la ciudad, con cerca de una cuarta parte siendo inmigrantes - esto además, de los antiguos esclavos de las plantaciones de café y azúcar liberados en 1888 por un decreto de la princesa Isabel.

A principios del siglo 20 el alcalde Pereira Passos emprendió reformas de amplias escala para el tejido urbano de la ciudad, construyendo carreteras, amplias avenidas y edificios modernos, así como el abastecimiento de pavimentación de asfalto en el centro de la ciudad y sus distritos alrededores. La infraestructura fue inspirada por la arquitectura parisina de la época, y es considerada como uno de los trabajos más importantes e influyentes llevada acabo en la historia de Rio de Janeiro. Esto es cuando los términos 'cidade maravilhosa' o "ciudad maravillosa", nació y desde entonces siempre grabada en el alma y la identidad de la ciudad.

En este momento el corazón de la ciudad se encuentra en su centro, delimitando por un lado por la bahía de la costa, mientras que el interior estaba poblado por pequeñas huertas y granjas. Con la llegada de la electricidad a finales del siglo 20, el grupo demográfico comenzó a cambiar y tranvías eléctricas permitieron que la gente pueda vivir a una distancia considerable de su lugar de trabajo, ampliando los límites de la ciudad. La ciudad vieja, cerca del mar, se convirtió en el ’Centro' - Región de comercio y negocios, mientras que el tejido urbano residencial se expandió a lo largo de la costa y hacia el interior lo que formó la Zona Norte. La expansión tuvo que maniobrar alrededor de la topografía peculiar de la ciudad, donde las montañas son talladas a través de valles y revestidas por las playas.


Entre 1920 y finales de 1950, Rio de Janeiro se convirtió muy popular entre los visitantes de alta gama y celebridades internacionales - fue durante este periodo, en 1923, que el famoso Copacabana Palace Hotel se inauguró y películas famosas fueron filmadas.


A partir de la década de los 1930 los distritos frente al mar de Copacabana, Ipanema y Leblon, que previamente habían sido concebido como destinos exóticos de playa, se convirtieron en lugares muy apreciados residenciales, gracias a la apertura de los túneles, y la llegada de las líneas de tranvía.

Literatura de la época exaltaba los beneficios sanitarios y sociales del aire costal y baños de mar y la playa y la vida costera se comenzó a ver como la nueva tendencia - la marca de sofisticación y de ocio élite. La Zona Sur llegó a ser visto como el corazón cultural de la ciudad, siendo el hogar de grandes hoteles, restaurantes refinados, cines, discotecas y teatros. El género musical 'Bossa Nova' nació en estas regiones y floreció en la década de 1960, 70. y 80.


En 1960, la capital federal fue trasladada desde Rio a Brasilia, estimulando que la ciudad en busque una nueva identidad enfocada en ser la capital cultural de Brasil.


La creación de túneles y carreteras también abrió la oportunidad de desarollos intensos en el tramo de la costa del oeste. Durante la década de 1970 la zona fue testigo de un proceso de urbanización enormemente acelerado, permitiendo que grandes sectores de la población se acomode a trasladarse al distrito de Barra da Tijuca, al igual que más al oeste en Recreio dos Bandeirantes, sede de parques y playas espectaculares. Las grandes casas, condominios, centros comerciales y mansiones empezaron a poblar el paisaje occidental, dando lugar a la mayor cantidad de distritos modernos en la ciudad.

A partir de la década de 1990, poderes municipales han continuamente estimulado la evolución de toda la ciudad, movilizando plenamente el potencial urbano y ecológico de la ciudad, y promocionando actividades culturales, deportivas y ociativas. Las playas se han convertido en espacios de ocio para los deportes y actividades como presentaciones musicales y espectáculos, mientras que los museos y las galerías de arte se han revitalizado y desarrollado a través de la ciudad. La revitalización general y cultural de la ciudad incluyó la celebración de eventos deportivos importantes, como el Mundial de Fútbol de FIFA en 2014.

Un hito importante en la historia de la ciudad comenzó en 2008 con la puesta en práctica de la pacificación de las unidades policiales en varias favelas a través de Rio de Janeiro: estas fuerzas redujo significativamente los niveles de delincuencia haciendo de la ciudad un lugar más seguro para vivir, visitar y hacer negocios, estimulando un nueva período de crecimiento y desarrollo y destacando el nuevo y prestigioso papel de Rio en el escenario del mundo.

La cultura de Rio de Janeiro está marcada por sus orígenes indígenas, el legado de la colonización, las influencias importantes de una amplia gama de culturas internacionales, y el posicionamiento geográfico de la ciudad - sus puertos, montañas y playas. La historia única de la ciudad fue esculpida en una entidad verdaderamente orgánica y en un parque de vivenda de culturas e ideas.